Jugadores repatriados, el consuelo de no lograr el éxito en Europa

Los jugadores repatriados a México desde Europa dejan una sensación en el aficionado de que no tienen calidad suficiente para jugar en el viejo continente

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Imagen de Twitter @TigresOficial

Carlos Salcedo regresó al futbol mexicano luego de una estancia en el viejo continente con la Fiorentina de Italia, así como con el Eintracht Frankfurt de Alemania, para jugar con los Tigres de Nuevo León.

Uno de los hechos que llaman la atención de este regreso es la corta edad de Salcedo, con 25 años, la teoría marcaba o destinaba una larga trayectoria en el futbol de élite.

Sin embargo, la sensación de que otra oportunidad de un futbolista mexicano se aleje de la alta competencia en la que se priorizan situaciones ajenas, aunque respetables, a la aspiración de lograr cosas importantes en un futbol que permite crecimiento tanto a nivel personal y de paso de la Selección Nacional.

Situaciones financieras, de seguridad y de familia son algunos de los motivos por los que los jugadores decidieron regresar al balonpié nacional o de Estados Unidos.

No obstante, no querer mantenerse en el futbol europeo, genera una reacción negativa en el aficionado quien puede pensar que los jugadores no tienen intención de brillar en alguna de las ligas más competitivas del planeta o que, en un caso todavía peor, no tiene el nivel de hacerse de un lugar en el once titular.

De tal modo que la cantidad de mexicanos en el viejo continente se reduce así como la posibilidad de que el futbol del país se convierta en un mercado apetecible para Europa; si bien la cuota de jugadores se mantiene en un número para nada despreciable, los referentes nacionales en equipos grandes cada vez es más evidente.

Motivo por el cual, habrá que apostar a las dos referencias de éxito que todavía se tienen como es el caso de Hirving Lozano y Diego Lainez, a la espera de que a la brevedad salga de la cantera otra serie promesa, que juegue en Europa y que no regrese más rápido de lo que se fue.