La exfoliación permite la renovación celular de la piel, al mismo tiempo que elimina las células muertas de la epidermis. Sin embargo, este proceso se puede alterar y las células muertas se acumulan en la epidermis, lo que da una apariencia más gruesa a la piel e incluso escamosa.
Para evitar esto es importante que incorpores productos exfoliantes, naturales o químicos, que te permitan eliminar las células muertas.
Notas relacionadas:
·3 Alimentos que dañan tu cerebro y no lo sabías
·¿Semana pesada? Conoce algunas técnicas de relajación
Tipos de exfoliantes:
·Los exfoliantes enzimáticos tienen una textura suave sin gránulos y su objetivo es humedecer la epidermis. Estos son perfectos para las pieles sensible y de acuerdo con Canipec sólo debes aplicar poco producto y dar masajes en la piel.
·Por otra parte, los exfoliantes químicos son aquellos productos perfectos para pieles maduras, estos están compuestos de ácidos frutales, lácticos, cítricos, incluso llegan a contener vitamina A.
·Los Gommage tiene una textura granulosa y a la vez pegajosa, pues arrastra las células muertas de la superficie de la piel, por su composición húmeda, también son una buena opción para pieles secas.
·Por último, el exfoliante mecánico contiene una fórmula similar al de una mascarilla, su textura granulas es normalmente basado en ingredientes como sal marina y azúcar. Este además del rostro también es perfecto para el resto del cuerpo.
3 exfoliantes naturales:
No es necesario que inviertas mucho dinero, pue muchas veces tenemos en nuestra casa productos naturales que nos ayudan a exfoliar la piel.
·Azúcar y miel: perfecta para la pieles sensibles y de cutis seco, pues hidrata al mismo tiempo que es suave con la piel.
·Bicarbonato de sodio: este ingrediente es un poco más agresivo por lo que no debe ser usado en piel sensible. Sólo debes mezclar con un poco de agua, hasta que quede una mezcla densa, dejas por 3 minutos (sin tocar la zona de los ojos) y limpias con agua y jabón.
·Canela y yogurt: el primer ingrediente exfolia, mientras el segundo hidrata tu piel.
Recuerda limpiar muy bien tu cara con agua y jabón después de estos para quitar los productos y procede a humectarla, con serum, crema hidratante o gel.
