Normalmente Google celebra las fechas importantes con sus famosos doodle, pero en esta ocasión le dedicó uno a Ignaz Semmelweis, un médico húngaro que dio a conocer la importancia de lavarse las manos.
Verás, en el lejano 1847 la fiebre puerperal, a mediados del siglo XIX, fue la causa de hasta un 10 a 35 por ciento de muertes parturientas, lo que quiere decir que las mujeres morían al dar a luz y no se explicaba porque.
Fue entonces, cuando Semmelweis propuso que los médicos se lavaran las manos muy bien y con hipoclorito de calcio.
Imagina la diferencia que puede hacer el simple hecho de lavarte las manos que la mortalidad de pacientes en una sala atendida por obsoletas eras de tres a cinco veces más alta que en otra atendida por matronas que se lavaban las manos.
En general, lavarse las manos frecuentemente evita enfermedades y el contagio, por lo que esta debe ser antes de preparar comida o comer, de curar heridas, colocar o quitar lentes de contacto.
Pero también después de tocar a un animal, usar el inodoro, sonarse la nariz, curar heridas, manipular basura y manipular alimentos para mascotas.
La ciencia de lavarse las manos correctamente:
No sólo se trata de mojar las manos y poner jabón, es importante que te dediques a hacerlo correctamente. De acuerdo con Mayo Clinic, incluso esta actividad es más efectiva con sólo agua y jabón que con jabones antibacteriales.
Primero debes mojar las manos con agua limpia y aplicar el jabón hasta que se haga espuma. Ahora debes tallar por 20 segundos, tanto superficies, como el dorso de estas, muñecas, espacios entre los dedos y debajo de las uñas.
Imagina que tienes algo pegajoso y debes quitar todo, entonces procedes a enjuagarte hasta que no quede jabón y seca las manos con una toalla limpia o sécalas al aire libre.
